El estrés es un estado adaptativo de tensión que se produce como una respuesta natural y automática de nuestro cuerpo y de nuestra mente ante situaciones amenazantes o peligrosas.
Es un proceso muy individual de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas emocionales, físicas e intelectuales.
Esta definición pone en relieve varias características del estrés que analizamos a continuación:
La respuesta al estrés tiene un carácter esencialmente adaptativo y natural, esto quiere decir que una situación de estrés no es necesariamente patológica.
Se trata de una respuesta automática e inconciente, ante situaciones que percibimos como amenazantes, peligrosas o ante el acúmulo de una serie de situaciones en sí mismas menores pero que al juntarse producen estrés.
Es una respuesta que tiende a ser automática, a menos que la pensemos y la podamos manejar a voluntad.
Es un proceso individual. Lo que es estresante para una persona puede no serlo para otra. El que lo sea depende de la característica de la personalidad, de las experiencias previas y de las capacidades naturales o aprendidas para enfrentar determinadas situaciones.
El resultado final del efecto nocivo del estrés depende de la interacción de la situación que se presenta y los recursos internos de cada uno para hacerle frente a esa situación.
El estrés puede ser considerado como el estímulo que desencadena la respuesta adaptativa de cada uno, en este caso llamaremos a este estímulo como el estresor.
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