En una publicación del American Journal of Obstetrics and Gynecology, publicaron los resultados de una investigación en la cual se revela, que sufrir experiencias estresantes al inicio del embarazo puede inducir el nacimiento de bebés con bajo peso o muy prematuros.
El equipo de la revista señala que "El hallazgo es modesto, pero significativo", puesto que aseguran que los resultados muestran que “los riesgos de tener un bebé prematuro se duplicaron en las participantes que habían estado expuestas a experiencias duras en el primero y el segundo trimestre (entre las semanas uno y 12 y las semanas 13 y 24, respectivamente)”.
Al parecer, el nacimiento prematuro de estos pequeños es la principal causa de muerte infantil en los países tercermundistas. El estudio se realizó por un equipo de la Universidad Médica Anhui, dirigido por el doctor Peng Zhu, el cual trabajo con una muestra de 1.800 embarazadas atendidas en el 2008 en un hospital. Las participantes respondieron sobre su situación económica, emocional, vivencias traumáticas y la relación con sus esposos.
En el proceso de investigación, se encontró que en el grupo de mujeres entrevistadas, hubo 96 (5,3 por ciento) partos prematuros y 55 (3,1) bebés con bajo peso al nacer. El grupo de científicos, encontró que “el parto prematuro era dos veces más común si las experiencias muy estresantes ocurrían en el primero y el segundo trimestre de gestación, pero no en el tercero”, puesto que el bajo peso al nacer era casi tres veces más común si el estrés había aparecido en el primer trimestre, en lugar del segundo o el tercero.
Según revelan el equipo de expertos, el estudio coincide con estudios previos que señalaban que que las embarazadas estresadas tenían más riesgo de tener un bebé prematuro o con bajo peso al nacer. Sin embargo, el nuevo estudio, analizó una larga lista de experiencias potencialmente estresantes en el embarazo únicamente, concluyó que cuanto más temprana había sido la experiencia estresante, mayor era el riesgo de complicaciones.
Por lo cual, la recomendación concluida del proceso investigativo, referida por el equipo, es que “para reducir la incidencia de los partos prematuros y del bajo peso al nacer, las autoridades de salud deberían tener en cuenta el estrés materno para diseñar intervenciones”.
Otros médicos que trabajan con este tipo de casos, señala que es necesario diseñar nuevos métodos de intervención se si quiere llegar a un cambio en la atención que hasta el momento se está otorgando a las mujeres embarazadas y que padecen de altos niveles de estrés, por lo que doctor Robert L. Goldenberg, de la Drexel University afirma que: "Si queremos mejorar los resultados, debemos desarrollar intervenciones que reduzcan los efectos del problema".
Director: Ariel Alarcón Prada Médico Psiquiatra
Colaborador: Luz Karime Jiménez Jaimes Psicólogo
Fuente: Reuters y Infobae.com
Foto: National Geografic Channel
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