jueves, 23 de octubre de 2014

COACHING CULINARIO




Partimos de la base de que las personas somos seres sociales y de que nos agrupamos de forma natural en lo que conocemos como sociedad, es por ello que la presencia de la comunidad en cualquiera de nuestros proyectos es una máxima inherente al desarrollo de nuestras acciones. Al ser seres sociales, todas nuestras actividades implican la interacción con otras personas.
En las organizaciones, el trabajo en equipo es un eje fundamental para logar los objetivos tanto personales como institucionales, y el correcto funcionamiento de éstos influye en el comportamiento individual y colectivo.

 Los equipos, al interior de una organización, actúan como engranajes que deben estar sincronizados para avanzar hacia la consecución de propósitos corporativos, por tanto es importante desarrollar y fortalecer competencias que mejoren la comunicación, cooperación, liderazgo y asertividad de los trabajadores, finalmente esto redundará en beneficios en la salud y calidad de vida laboral y forjará un talento humano más productivo. 

El trabajo cooperativo es una organización intencional de la estructura de aprendizaje que tiene como objetivo la facilitación de la interacción de las personas y el intento de mejorar su rendimiento en la vida, hasta enseñar estrategias y habilidades de cooperación en los diferentes lugares y hacia los compañeros, desarrollando a la vez actitudes de respeto, ayuda y colaboración.

En el día a día nos vemos enfrentados a demandas que superan nuestras capacidades, exceso de trabajo, inconvenientes en la comunicación y otro sin fin de contratiempos laborales que generan estrés, por esto nuestro objetivo es reducir el estrés del trabajo en equipo a través del desarrollo de competencias de liderazgo positivo y comunicación asertiva por medio de un ejercicio gastronómico.
La comida, es un ritual que se inicia eligiendo los mejores productos en el mercado y continúa luego encendiendo el fuego, junto con el resto de los elementos que gracias al arte de un  buen equipo, se irán transformando igual que en la alquimia, en algo exquisito para cualquier paladar.

Alrededor de una mesa los seres humanos  compartimos la comida y nos comunicamos, expresamos afectos, emociones, y en algunas ocasiones nuestros problemas. Las actividades culinarias desarrollan la paciencia, la conciencia sensorial, el aprendizaje, la creatividad, la organización y consecución de metas, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la memoria y la relajación. Es fundamental tener la vivencia de reducir el estrés y la ansiedad por medio de los fogones, conocer como influyen las comidas en nuestras percepciones y sensaciones, fomentando la creatividad y el razonamiento en la cocina que está acompañado de sensaciones placenteras: sabores, olores, texturas, colores, combinaciones, esencias, que llevan a que podamos disfrutar de la experiencia alimenticia  que esconde todo un proceso de preparación previo.

Este contexto gastronómico, nos lleva a  tener la sensación de logro, es decir, se consigue hacer algo, aportar, logramos ofrecerle algo al otro, producir agrado, y dejar de estar  sujeto a lo que recibim0s o a lo que nos dan, nos lleva a sentir que conquistamos poco a poco la autonomía. Es un espacio, en donde el no saber, no nos hace incapaces, por el contrario, personas con la posibilidad de aprender, donde hay normas (de seguridad, recetas y métodos para hacer las cosas) y exigencias que sirven de guía y cuidado por uno mismo y el otro, lo cual lleva a que la dificultad lejos de ser un impedimento se convierta en un desafío, una habilidad para desarrollar con la práctica y guía de los más expertos.

De esta forma, comenzamos a desplegar un área en la que podemos tener algunas posibilidades y éxitos en donde poco a poco vamos expandiendo y transfiriendo el aprendizaje a otras áreas de la vida, porque se da naturalmente y nos sirve de metáfora de trabajo, de vida… Teniendo algunas herramientas psicológicas para hacerlo consciente, al hacerlo consciente, comenzamos a pasar del automatismo, el azar a la voluntad y decisión de hacer las cosas.

El Trabajo en equipo es fundamental dado que todos formamos parte de la cadena del proceso de elaboración de un plato. Por esto, la cocina naturalmente nos invita a despertar los sentidos, más allá de ver el esfuerzo que nos toma hacer las cosas, la ayuda de otro, nos ayuda a ver la realidad de una manera diferente. En la cocina, más que trasmitir una información o una teoría, ofrecemos una vivencia, un aprendizaje por experiencia y así trabajamos más sobre el fortalecer, desarrollar el aparato para pensar y entonces aprendemos. Al fortalecer y desplegar ese aparato, las posibilidades de éxito laboral y en la vida se incrementan.
Un aspecto importante es la resolución de problemas y toma de decisiones: No siempre las cosas salen como esperamos en la cocina, pueden surgir problemas o imprevistos (como en la vida en general) que demandan una solución. En estos casos, generamos posibles soluciones, las analizamos y evaluamos para tomar una decisión que pueda solventar el contratiempo.
La cocina, puede ser una actividad relajante, en la medida en que nos centramos en la tarea, todas aquellas preocupaciones tienden a desaparecer, focalizamos nuestra atención en los pasos y fases a realizar para la elaboración bloqueando el acceso a otros asuntos  a nuestra mente. La cocina nos enseña a tener paciencia, voluntad, cariño, a fijarnos más en los detalles, a tratar las cosas con amor y delicadeza, a ser conscientes de lo que hacemos en la cotidianidad.
De este esfuerzo surge un conocimiento mucho más rico que el propiamente construido de forma individual. La esencia de la comprensión y el conocimiento humano, es que se comparten.
Cocinar en grupo plantea el desafío de cualquier actividad humana en conjunto que puede verse como una metáfora del funcionamiento grupal. Como es una actividad que lleva a un fin que debe ser de la mayor calidad posible, necesariamente, de una manera lúdica y divertida,  devela los estilos de liderazgo, comunicación, trabajo en equipo y resolución de conflictos. 


Aunque las actividades son lideradas por diferentes personas, el chef encargado  disfruta tanto como el resto de los participantes siendo un agente activo en el ejercicio metafórico. Llevando a que podamos  interiorizar aprendizajes sociales de gran valor, entre ellos el hecho de aprender a tratarnos mejor.

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1 comentario:

  1. Muy interesante poder observar habilidades y comportamientos a traves de actividades ludicas creativas como la gastronomía.

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